Conocido por su Estany de Banyoles -el lago natural más grande de la Península Ibérica- y por ser sede del Campeonato Nacional de Triatlón , el pueblo de Banyoles tiene mucho que ofrecer en cuanto a naturaleza, deporte y gastronomía .
Después de una vuelta por el pueblo y un baño refrescante en el lago nos dirigimos hacia la Plaza de Catalunya cerca de la entrada del pueblo, para una comida tardía y nos llamó la atención el gastro-bar Can Pericus por su estilo modernillo y por la nevera de los postres que nos dejó boquiabiertos así que nos sentamos para estudiar la carta.
Ofrecen una variedad no muy grande de tapas, hamburguesas , carne , algún plato vegetariano y muuuuchas tartas y batidos naturales. Nos gustó mucho el hecho de que ofrecieran carne de vacuno del pirineo, productos ecológicos y cerveza Turia de tirador.
Pedimos el Entrecot de Vedella de 350g y la Hamburguesa Williamsburg ; la carne estaba en su punto y muy rica de sabor , las patatas y los pimientos caseros y bien presentados , el pan de la hamburguesa con semillas que le daban un toque crujiente.
De postre pedimos la tarta de limón que además de tener una pinta increíble y un tamaño importante nos sorprendió con su sabor fresco y delicado.
Comimos muy bien por unos 20€/ persona y nos contentó la atención del personal y el gran detalle de ponerle agua y regalarle un premio a nuestra perrita.
Interesante! Por la tarde montan una mesa fuera para tomar tés , batidos y pasteles – muy English .