Update. Septiembre 2019.
Volvimos al Canalla para celebrar el cumpleaños de uno de los integrantes de Tragamundos.
Nos ofrecieron un menú de mediodía interesante con varios entrantes y principales a elegir en el cual predominan los toques ácidos y picantes, estilo comida de américa latina.
Si tuviéramos que destacar algo sería el brocoli tempurizado con mayonesa picante. Qué manera tan divertida de comerse una verdura generalmente sosa y aburrida.
Ensalada de tomate valenciano
Como preámbulo comentar que este fue uno de mis restaurantes preferidos durante bastante tiempo, hasta que el verano anterior dio la casualidad que en pleno agosto fui dos veces y fue un poco desastre. Aunque dije que no iba a volver más, varias personas diferentes me dijeron que acababan de estar y me insistieron en que había mejorado mucho. Así que volvimos para comprobarlo.
Desde mi punto de vista, la desventaja que tiene es que por como está diseñado es un lugar muy ruidoso y las paredes hacen un eco incómodo. No obstante, esto es algo que han mejorado bastante añadiendo materiales aislantes en las paredes. De todos modos, si queréis comer tranquilamente, os recomiendo que reservéis la mesa del fondo que está en frente de la cocina.
En cuanto a lo que más interesa, la comida, decir que si que salimos bastante contentos. Además del equipo de sala ser muy atento y rápido, se notaba que han hecho esfuerzos para mejorar. Una de las cosas que nos gustó mucho es que los recipientes donde viene la comida, soy muy “especiales”.
Elegimos el menú de degustación de medio día, que se compone de pequeños platos con sabores siempre muy diferentes y llamativos con toques asiáticos.
El primer plato que comimos, del cual no tenemos fotos, fue una ensalada de bonito seco con alcachofas en escabeche, relamente interesante.
A continuación, un cucurucho crujiente relleno de salmón, aguacate y wasabi que el único problema que tuvo… que ojalá hubiese sido más grande.
Más tarde nos sirvieron un steak tartar, que como sorpresa, iba presentado como dentro de unos pequeños tacos mejicanos.
Lo siguiente fueron dos baos (tipo bocadillos al vapor Taiwaneses) de cerdo con salsa Pequín. Además de que el cerdo estaba muy bueno, lo mas interesante de este tipo de platos es que el pan al vapor este esponjoso y suave. Fue gracioso, ya que nos los sirvieron encima de una bandeja que era una cabeza de cerdo gigante.
¡Y ahora el plato que más nos gusto! Una tempura de verduras, que destacaba por estar al mismo tiempo crujiente y melosa; y la salsita con la que iba acompañada estaba al punto de picante. También nos llamó la atención de este plato que iba presentado en una bandeja con forma de chile.
Como resumen, decir que salimos muy contentos y seguro que volveremos. Vamos a dejar lo de “aquél agosto” como algo puntual que ha quedado solucionado.
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