Tengo una sola palabra para este restaurante: WOW!
Desde el momento que entras por la puerta te quedas boquiabierto por su decoración atrevida y original, con grafitis de color magenta, ladrillos y muchos espejos al más puro estilo del SOHO londinense.
Pasada la sorpresa inicial nos sentamos a nuestra mesa intentando imaginar el tipo de comida que sirven en un sitio tan pintoresco. Efectivamente, al abrir la carta necesitas coger tu móvil y empezar a meter en Google los nombres de los ingredientes porque cada plato tiene un mínimo de 10 ingredientes, la mitad en japonés nivel B2 que requieren un diccionario. Para ahorrarnos tiempo decidimos pedir el menú del día que, por 12.90€, resulta ser la mejor opción para tomar contacto con la cocina de Kaori.
He de decir que el camarero que nos atendió era un máquina, se sabía todos los nombres de todos los ingredientes de todos los platos de la carta, lo que hizo que nuestra experiencia culinaria fuera además de fascinante muy informativa. Bravísimo!!
Antes de empezar con el reportaje fotográfico y las explicaciones de los platos os voy a comentar que el nombre, Kaori, significa en japonés aroma y esencia, dos palabras que describen a la perfección la cocina de este impresionante restaurante japonés y que se notan, huelen y saborean en todos y cada uno de los platos que sirven.
Vamos allá! El menú de mediodía incluye cuatro platos, una bebida y el postre.
El primer plato que comimos fue un dashi frio de shiitake con pasta de somen, shabu-shabu, brotes de soja, maíz y tomate. En español: una sopa fría de setas con fideo fino de trigo, carne de cerdo desmigada y vegetales. El sabor del caldo riquísimo y el conjunto de los ingredientes combina a la perfección!
Plato número 2: usuzukuri de lubina con leche de coco, miel, romero, gelatina de remolacha y crema de albahaca. En otras palabras un carpaccio de lubina con otros 10 ingredientes que estaba tan bueno que casi me pongo a llorar cuando se acabó. Sigo sin comprender cómo ha logrado el chef Alberto combinar tantos sabores en un plato sin matar la esencia del mismo, espectacular!
Plato número 3: tsukune de pescado blanco con crema de algas y mascarpone también conocido popularmente como buñuelo de pescado. En Kaori no se andan con tonterías y han logrado un buñuelo con una textura perfecta y un sabor exquisito.
Plato número 4: maki de cangrejo desmigado con atún, aguacate, tapenade de olivas y huevas de pez volador: fue el rollito de sushi más impresionante que jamás había comido en Valencia.
Plato número 5: nigiri de salmón braseado con crema de seta trufada. Este plato era el extra del menú y como no queríamos dejar de comer lo pedimos y otra vez acertamos: un bocado de felicidad.
Plato numero 6: En este punto ya nos volvimos avariciosos pero valió la pena! Le explicamos a nuestro camarero que nos gustaría probar otros nigiris braseados y nos aconsejo el nigiri de anguila con foie y espuma de frambuesa y yuzu: espectacular!
Pusimos fin a nuestro banquete japonés con un delicioso postre: bizcocho de yuzu con helado de nueces, crujiente de sésamo y frutas confitadas.
Conclusiones: Kaori es un restaurante 100% recomendable donde probar el mejor menú de mediodía al estilo japonés de la ciudad a un precio excelente! Volveremos para probar otras delicias de su carta!