Benimaclet es sinónimo de terrazas animadas repletas de estudiantes ruidosos, pequeños barres de tapas a precios económicos y una mezcla colorida de culturas y extranjeros que le dan un aire bohemio.
Decidimos cenar en Halloween en La Torraeta, uno de los bares de tapas que están en la “calle del tranvía” – Vicente Zaragoza para empaparnos del entusiasmo para lucir disfraces originales y/o terroríficos que caracteriza a los universitarios que viven en el barrio.
La Torraeta es un local pequeño, con terraza en la acera, que ofrece una variedad de tapas tradicionales con un aire innovador. El producto es fresco y de calidad y la presentación interesante.
Probamos las patatas bravas con una original presentación con la patata entera rellena de salsa.
Las alcachofas con huevo frito y tapenade de aceitunas negras, sabrosas y diferentes.
Croquetas variadas, caseras y muy sabrosas.
Las habitas baby con calamar, un plato que no es para todos los paladares y fue el que menos nos gustó, y acabamos con un queso provolone con tomate, un clásico que nunca defrauda.
Para marcharnos con un dulce sabor de boca pedimos sus dos postres caseros: la tarta de avellana y la tarta de queso, los dos postres muy conseguidos con una textura cremosa y sabor suave.
Conclusiones: un sitio informal para tomar una cerveza y una tapita si te encuentras por el barrio de Benimaclet.