Situado en el top tres de los mejores restaurantes japoneses de Valencia , Nozomi es una gran experiencia de sabores, colores y texturas.
El diseño interior, la cercanía al proceso de elaboración de los platos por su cocina a la vista, la amabilidad del personal y la calidad de la comida lo colocan entre nuestros restaurantes preferidos. También se lleva el premio para el mejor sushi hasta la fecha.
Reservamos para cenar entre semana y no hubo problema ni esperas. Al ser la primera vez que nos acercábamos a Nozomi nos dejamos aconsejar y pedimos el menú degustación Omakase que incluye una variedad de platos : ensalada o sopa, tartar, usuzukuri, sashimi, 3 piezas de nigiri, 3 piezas de maki, 2 piezas de uramaki, 1 temaki y postre.
El tamaño de los platos es pequeño pero la presentación impecable, el sabor y las diferentes texturas hacen que sea muy divertido en boca. Además, tu camarero te guiará a través de tu experiencia gastronómica, todo un acierto si no eres una eminencia en nombres de platos japoneses .
Empezamos con una sopa miso muy suave de sabor y un cuanto pobre en tropezones y una ensalada de algas de textura crujiente y sabor intenso a sésamo, una buena y saludable idea para variar nuestras ensaladas veraniegas.
El servicio continuó con el tartar de atún con salsa ponzu, deliciosos trocitos de pescado fresco cortados para facilitar el uso de los palillos con un toque cítrico muy agradable.
El siguiente plato- sashimi– nos resultó muy interesante por el uso de la vieira que tiene un sabor suave a mar y una textura mantecosa y del alga Ramallo de mar , crujiente y con un sorprendente sabor a percebe- un descubrimiento.
El usuzukori, nombre por el que se denomina un corte muy fino y preciso de pescado, fue uno de nuestros platos preferidos por el toque a trufa que combina estupendamente con la dorada.
Uno de los platos más aplaudidos de este restaurante es el nigiri de salmón braseado con huevas de salmón, coqueto con un ligero sabor a ahumado que cumple con las expectativas.
Los nigiris de jurel con aceite de humo y pez mantequilla con trufa negra exquisitos bocados para los paladares más exigentes.
Los clásicos que no podían faltar de un menú degustación en un restaurante japonés – los makis, que en esta ocasión fueron maki de shiitake y uramaki de salmón que nos alegraron por ser de los pocos platos que sí se mojaban en soja y wasabi .
Acabamos los platos salados con cucuruchos de piel de salmón crujiente que tuvimos el privilegio de ver cómo los preparaba el cocinero que trabajaba justo delante nuestro, un tanto extraños por la idea de usar la piel del pescado pero interesantes y diferentes.
El menú incluye también el postre que lo elige el cocinero y en esta ocasión fue un tiramisú de té verde , un ingrediente omnipresente en los postres japoneses y debo admitir que somos muy fans de su sabor intenso con un toque amargo. La única pega es que al ser dos personas sólo nos ofrecieron un postre a compartir lo que nos resultó un tanto extraño e incómodo.
En resumen: un restaurante bonito e íntimo , perfecto para celebrar una ocasión especial o una cena de negocios, con un personal muy amable y eficiente y una buena variedad de sushi de una calidad que destaca. Volveremos sin duda para cenar a la carta y descubrir otros platos fabulosos.
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