Con el puente de semana santa muy cercano y aprovechando un día casi de verano, nos hemos ido al Palmar, un pueblo que está en plena albufera. Al estar rodeado de campos de arroz, es una zona que cuenta con muchos restaurantes donde se puede comer un buen arroz.
Hemos ido al Pasqualet, una pequeña arrocería de unas 8 mesas que tiene una gran fama en este pueblo. Algunas redes sociales lo puntúan como el número uno.
Como punto muy positivo decir que es un local pequeñito y muy tranquilo. Normalmente solemos huir de locales grandes tipo salón donde suele haber mucho ruido ambiente y no se puede casi ni hablar.
Respecto al servicio, el camarero fue muy atento, agradable y no nos dejó descuidados ni un segundo. Además el cocinero tuvo el detalle de salir a la mesa para preguntarnos que tal había ido todo.
Si quieres ir a este restaurante es muy importante hacer una reserva y encargar el arroz previamente. Nosotros tuvimos suerte y como era un día bastante tranquilo y no teníamos prisa, nos hicieron el favor de hacernos el arroz al momento con la condición de esperar un ratito.
Para hacer tiempo nos pedimos un “esgarrat”, que es un plato muy típico valenciano que se come tibio/frío con pimiento rojo asado, bacalao, huevo duro y aceite de oliva.
A continuación pedimos unas anchoas servidas encima de tomate valenciano que llevaban un picadillo de perejil muy fino.
Como plato principal pedimos un arroz al centro de la mesa que contaba con todos los detalles para ser de 10. La paella tenía un dedo de arroz como nos gusta, el arroz estaba muy suelto y cocido en su punto. Además tenía gran abundancia de calamares y cambas que se notaba rápidamente que era producto muy fresco. Además de todo esto, lo más importante, de sabor estaba excelente.
En esta ocasión no pedimos postre ya que la ración de comida fue muy abundante y no nos dejó sitio. Pero sin embargo nos ofrecieron probar la crema de licor de arroz que hacen en la cooperativa del pueblo. Vamos un gran descubrimiento.
Como breve resumen, decir, que es un sitio muy recomendable para comer bien, pasar un buen rato y disfrutar de la albufera. Eso si, reservad con tiempo si queréis tener mesa.