En lo alto del barranco de Guayadeque se encuentran tres de los restaurante cueva más famosos de la isla que ofrecen una auténtica experiencia gastronómica canaria.
Esta vez elegimos el Restaurante Vega que además de la zona de comidas excavada en la roca tiene un salón con grandes ventanales que ofrecen una maravillosa vista del barranco y hasta del mar en un día soleado que hace que la comida parezca aún más sabrosa.
La estrella de este restaurante es sin embargo el cochinillo a la sal que impresiona por su tamaño y la ternura de la carne que se desprende de los huesos al tocarla.
Nosotros pedimos una ensalada mixta que tiene un buen tamaño , es muy colorida, variada y sana para contrarrestar el plato fuerte que es la parrillada para dos que incluye : chuletas de cerdo, pollo, entrecot, costilla, chorizo, morcillas y patatas con mojo y pimientos asados como guarnición.
Un plato riquísimo y muy generoso aunque el punto de la carne un poco pasado para mi gusto.
Rematamos la faena con una deliciosa tarta de queso y almendra muy bien presentada.