Saona, que debe su nombre a una cala de Formentera, es sinónimo de cocina mediterránea, sabores tradicionales con algún toque exótico y locales acogedores con una decoración sencilla pero atractiva.
Intrigados por su éxito y rápida expansión por todo Valencia, donde ya cuentan con 5 restaurantes, y atraídos por el hecho de que no son una franquicia (odiamos las franquicias!!) decidimos reservar para cenar en su local de la Avenida de las Cortes Valencianas.
Desde el primer momento fuimos recibidos con una sonrisa por la encargada de la sala que nos llevó a nuestra mesa y nos tomó nota de las bebidas.
Decidimos probar su menú de noche que cuesta 12.9€ y consta de un primero, segundo plato y postre a elegir. Disponen también de menú de mediodía por 9.9€ y anuncian sus platos como variados y saludables, algo que podrías comer de lunes a viernes.
Empezamos nuestro menú de noche con dos primeros muy diferentes: poké de atún o ensalada hawaiana de pescado crudo con aguacate, nabo daikon y alga nori, un plato que da lo que promete: sabores suaves y refrescantes. En cambio el otro primero fue mucho más tradicional: croquetas de boletus, que nos sorprendieron gratamente con su intenso sabor y agradable textura.
En los segundos apostamos también por tradición y familiaridad y pedimos la hamburguesa de black angus, tierna y jugosa. He de mencionar que aunque a primera vista parece pequeña, complementa muy bien el menú que hay que recordar que además de primero y segundo plato incluye el postre. El otro segundo fue el secreto ibérico con reducción de Pedro Ximénez y patatas a lo pobre, riquísimo, la carne muy sabrosa y en su punto y las patatas tan buenas como se rumorea por la ciudad, en definitiva un plato redondo.
Para acabar la cena con una dulce sonrisa pedimos la tarta de queso, correcta y la tarta banoffee que combina el plátano con la galleta y el dulce de leche a la perfección para el deleite de los más golosos. Y si pensabais que los ingleses no habían inventado ningún plato que valga la pena reproducir sólo hay que fijarse en su repostería, amazing!
Conclusiones: Saona es un local muy acogedor, con un servicio rápido y amable, una carta variada, que además incluye menú del día o menú de noche incluso los fines de semana con una buena relación calidad-precio. Volveremos para probar su menú del día.